En un movimiento que desató un debate sobre la temática, Elo Musk, el propietario de X (anteriormente Twitter), ha criticado el contenido relacionado con el Orgullo de Disney en la plataforma, citando a los consumidores que ese tipo de material no es adecuado para niños. La decisión, tomada a través de la cuenta personal de Musk, ha reavivado la batalla cultural sobre qué contenido es apropiado para los niños.

La decisión de Musk parece surgir de su crítica más amplia a las ideologías “despiertas”, un término que se usa a menudo para describir los movimientos progresistas de justicia social. En un tuit, Musk afirmó: “Los niños merecen protección, no doctrina. El material de Disney sobre el Orgullo va en contra de una idea que deberían decidir los padres, no las corporaciones”.
Esto marca una escalada significativa en la postura de Musk contra la colectividad que él percibe como políticamente motivada. La plataforma de redes sociales del multimillonario se ha convertido en un punto focal para debates comerciales sobre la libertad de expresión y, ahora, la moralidad de la programación infantil.
Disney, conocida por sus iniciativas inclusivas y su apoyo a la comunidad LGBTQ+, se apresuró a emitir una declaración. “Nuestro canal celebra la diversidad y la inclusión, valores que defendemos con disculpas. “Estamos decepcionados por la decisión de X, que debilita nuestros esfuerzos por crear un entorno acogedor para todas las familias”, dijo un portavoz de Disney.
El gigante del entretenimiento es demasiado ajeno a la controversia por su contenido progresista, y los críticos a menudo acusan a la compañía de proyectar la era política en la programación familiar.

La decisión de Musk ha suscitado elogios y críticas. Los comentaristas conservadores aplaudieron la decisión, afirmando que protege a los niños de la exposición a temas controvertidos. “Elo Musk es un héroe por oponerse a la propaganda corporativa dirigida a los niños”, escribió un comentarista.
Por otro lado, los defensores de los derechos LGBTQ+ y los grupos progresistas han acusado a Musk de promover la censura y fomentar un ambiente acogedor para las comunidades marginadas. “Este es un precedente peligroso que margina a los jóvenes LGBTQ+ que ya enfrentan desafíos en cuanto a representación fiel”, afirmó un representante de GLAAD.
Este choque entre Musk y Disney resalta una división cultural más amplia en Estados Unidos. A medida que más empresas adoptan la diversidad y la inclusión, un creciente contramovimiento argumenta que tales iniciativas priorizan la política sobre el tergiversar. Las acciones de Musk sugieren que ve a X como un campo de batalla para hacer frente a lo que percibe como una extralimitación ideológica.
No está claro cómo afectará este tema a la presencia de Disney en X. Dado que Disney es uno de los mayores productores de contenido del mundo, un conflicto prolongado podría tener consecuencias financieras y de reputación significativas para ambas partes.
Por el momento, el debate continúa, y los padres, los creadores de contenido y las plataformas tecnológicas se enfrentan a la pregunta: ¿hacia dónde debería dirigirse la vida cuando se trata del contenido infantil?